Episode Notes
En este nuevo episodio, conversamos con una galardonada actriz de larga trayectoria en cine, televisión y teatro. Ella es Rebeca Mankita.
Entre sus actuaciones estelares más recientes están Mi Camino es amarte, Contigo si, y Ringo. Además ha participado en clásicos de la tv mexicana incluyendo Carita de ángel, Amar otra vez, La fea más bella y Vivan los Niños.
Hemos conversado acerca de sus comienzos en la actuación, de los equipos de trabajo que ha tenido la dicha de integrar, la manera en la que ha ido cambiando el mundo de las telenovelas y la actuación, además de contarnos cómo ha hecho para seguir vigente en un medio tan competitivo y lo importante que es la perseverancia siempre.
No podría nombrar todos los proyectos en los que ha participado, pero seguro la recuerdes en programas como La Escuelita VIP o Mujer Casos de la Vida Real, las películas Luna de miel automática, Parejas disparejas o la Serie de la Vida Loca, e incluso obras de teatro como Por un Pleito, Papito Querido o Sueños de un Seductor, por nombrar solo algunos.
No te pierdas de consejos únicos sobre cómo enfrentar obstáculos como el ego, la sensación de competencia y la necesidad de adaptarnos y prepararnos constantemente en el mundo de la actuación.
Rebeca no tiene redes sociales, así que habrá que esperar a ver su nombre en futuros créditos.
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** Visita https://www.nickymondellini.com para conocer el trabajo de la actriz, conductora y locutora Nicky Mondellini.
Nicky Mondellini es una artista de talla internacional con más de treinta años de carrera artística, su voz es escuchada en comerciales de televisión, radio y plataformas digitales a nivel mundial. Es la conductora y productora de La Pizarra con Nicky Mondellini desde abril del 2020.
Su trabajo como actriz incluye más de doce telenovelas, varias obras de teatro clásico español y contemporáneo, cortometrajes y largometrajes, y la conducción de programas matutinos en México y Estados Unidos, además de comerciales de imagen y videos publicitarios y corporativos.
Sigue a Nicky en:
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Transcript
Presentador: Esto es La Pizarra, un espacio para explorar las mentes creativas del mundo del espectáculo en ambos lados de la cámara y el micrófono. Aquí está su anfitriona, Nicky Mondellini.
Nicoletta Mondellini: Hola, ¿cómo estás? Bienvenido o bienvenida a un episodio más de La Pizarra. Yo soy Nicky Mondellini, tu anfitriona. Me da muchísimo gusto que estés aquí porque acá, justo en medio de la octava temporada, la invitada del día de hoy es una querida amiga y colega. Ella tiene una larga trayectoria en teatro, cine y televisión, además de varios premios. Su nombre es Rebeca Mankita.
Entre sus actuaciones estelares más recientes están Mi camino es amarte, Contigo sí y Ringo, aunque seguramente la vas a recordar por sus personajes en telenovelas como Carita de ángel, Amar otra vez, La fea más bella y ¡Vivan los niños!, entre muchas otras. Seguramente también la has visto en programas unitarios como La escuelita VIP, La rosa de Guadalupe, Como dice el dicho y Mujer, casos de la vida real, por nombrar solo algunos.
Entre sus películas están Luna de miel automática, Parejas disparejas, la serie de La vida loca, La risa en vacaciones y La última de todas, entre muchas otras. En teatro, Rebeca ha participado en Por un pleito, Papito querido, Sueños de un seductor, Rodolfobias, el show cómico-musical, y varias más.
Antes de continuar con la entrevista, te recuerdo que todos los episodios de La Pizarra están disponibles en nickymondellini.com/podcast, donde te invito a suscribirte a nuestro boletín mensual porque ahí compartimos avances de las nuevas temporadas, así como recomendaciones y recursos para tu negocio creativo. También puedes descargar totalmente gratis mi eBook Cómo manejar los no de la industria.
En la carrera artística nos enfrentamos a los rechazos constantemente y es difícil no tomarlo de manera personal, así es que por eso quise compartir este eBook, porque realmente son algunos consejos y tips de cómo podemos convertir esos rechazos en oportunidades de trabajo y así se nos hace la vida más amable. La manera de conseguir ese eBook simplemente es ir a mi sitio web nickymondellini.com/podcast y suscríbete para nuestro boletín.
Ahí mismo vas a poder descargar totalmente gratis ese eBook. Comenzamos. Yo creo que esta buena plática nos la debíamos ya desde hace tiempo, ¿verdad?
Rebeca Mankita: Mucho tiempo.
Nicoletta: Sí, ya pero, pues yo encantada. La última vez hicimos esto un poquito ya con todo el elenco de Vivan los niños, así es que no hubo tiempo de ahondar en cada quien personalmente, pero por eso quise hacer esta entrevista para que ahora sí nos platiques un poco de todo. Vamos a sacar esos trapitos al sol, nada más los que tú quieras. No te preocupes.
Rebeca: Ya estoy tragando, quiero agua.
[risas]
Está bien, Nicky.
Nicoletta: Está bien. Rebe, yo quiero hablar un poquito de tu trayectoria. Realmente empezaste de muy chavita y no has dejado de trabajar. Es impresionante la cantidad de cosas que has hecho. Cuando empecé a decir en tu presentación que has hecho esto y lo otro, dije, “Si yo me pongo a decir cada cosa que has hecho, este programa duraría tres horas”.
Rebeca: Qué linda, Nicky.
Nicoletta: Tuve que resumir un poco. ¿Cómo fue para ti ese comienzo en la carrera artística?
Rebeca: Fíjate que tengo que reconocer que para mí fue muy fácil, Nicky, porque todo el mundo cuenta unas historias así tremendas que luego yo veo y digo, “Híjole, mis compañeros, todo mi respeto, porque han luchado mucho por estar”. Yo tengo que decir que yo fui muy afortunada porque además yo sin buscarlo llegó a mí, el esfuerzo vino después. Cuando ya te gustó, cuando ya llevas muchos años y cuando ya hay que moverse solo y hay que ver que lo que estás haciendo es bueno y de calidad. Ahí empecé a prepararme. Yo empecé a prepararme después.
Yo te voy a platicar que yo empecé esto porque un día fue a ver a una amiga que trabajaba en Televisa Sevilla. Televisa Sevilla yo creo que ya ni existe, la verdad es que no estoy enterada, pero creo que ya ni existe. Ella era escenógrafa. Yo estaba estudiando pedagogía, yo estudié pedagogía infantil, que además es extraño, tú sabes que yo no tengo hijos. Cuando piensas en que estudié pedagogía y además infantil, es muy extraño, pero eso era lo que yo quería estudiar.
Un día una de mis amigas me dijo, “Vamos a comer”. Le dije, “¿Dónde estás trabajando?”. Me dijo, “Estoy trabajando en Televisa Sevilla”. Me fui a Televisa Sevilla por ella y cuando voy entrando, me encuentro a un productor que se llama Humberto Navarro, creo que todavía él vive.
Humberto Navarro me encuentra ahí en el pasillo y me dice, “Oye, qué bonita. ¿No quieres hacer un programa de televisión?”. Yo dije, “Este señor me está vacilando, yo vengo aquí a comer con una amiga”. Y me puso en frente de la cámara. Me dijo, “Dime, por favor, cómo te llamas”. Yo me puse a echar relajo, porque ya ves que se me da fácil.
[risas]
Me puse a echar relajo y, “Bueno, señor. Muchas gracias, pero yo me tengo que ir porque me están esperando”, tal y tal. Me dijo, “Te voy a llamar por si te interesa hacer el programa”. Yo dije, “Este señor está mal. Yo estoy estudiando, no tengo tiempo de nada”. A fin de cuentas, en menos de una semana me hablan por teléfono y me dicen, “Oye Rebeca, te hablamos porque el productor Humberto Navarro nos dio tu teléfono para que vinieras a trabajar en un programa”. Se llamaba Las aventuras de Lenguardo“. Imagínate lo que te estoy diciendo.
¿Tú te acuerdas de Alfredo Alegría?
Nicoletta: Sí.
Rebeca: Alfredo fue Cachún también.
Nicoletta: Sí, exacto.
Rebeca: Le digo, “Está muy padre, pero ¿cuándo se graba? Porque yo estoy estudiando y no tengo tiempo”. Me dijo, “Se graba sábados y domingos”. Le dije, “¿Cuánto me vas a pagar?”. Yo necesitaba un coche. Me dijo, “Te voy a pagar–“. Fíjate, eran MXN$10.000, pero yo te estoy hablando de hace no sé cuántos años, que los ceros después dejaron de existir, ¿no?
Dije, “MXN$10.000, yo necesito comprar un coche. Es sábado y domingo, mejor. Ni cómo, ¿no?”. Dije, “Esto es un milagro divino”. Llego al programa, que además es chistoso. Ahora nosotros tenemos muchos términos, los actores, que dices, “¿A qué hora es el llamado?”. Te dicen, “7 maquillaje, 8 lista”. Cuando no sabes qué es 7 maquillaje, 8 lista, como yo en mi época, que te digo que yo llegué allá a comer con mi amiga.
Me dijeron, “El llamado es 9:00 AM, 10:00 AM”. Dije, “Mejor a las 10:00 AM”. Sí, porque si no me explicas– Yo llegué a las 10:00 AM y todo el mundo esperándome. “Oye, ¿qué te pasa? ¿Por qué llegas a las 10:00 AM?”. “Bueno, a mí me dijeron 9:00 AM o 10:00 AM”. Yo dije, “10:00 AM está mejor para mí”. Yo llegué a las 10:00 AM. Ya luego te vas enterando de cómo van pasando las cosas y así empecé a trabajar.
Tengo que decirte que cuando me dijeron, “Va a salir el primer programa al aire”, me senté a verlo y me dio mucha vergüenza. Dije, “Qué barbaridad. No puede ser que se ve lo mala que soy”. Porque no puedo ser buena porque no tengo ningún tipo de preparación en ese momento. Sí me veía bonita porque estaba jovencita y todo, “Te ves linda, pero qué barbaridad, qué vergüenza”. Dije, “Qué me importa. Yo me quiero comprar un coche”. Y lo seguí haciendo.
De ahí me hablaron para teatro. Del teatro me hablaron para otra cosa, para otra cosa y para otra cosa, entonces dije, “Qué vergüenza. No puedo estar haciendo esto si no sé hacerlo. Me voy a meter a estudiar”. Me metí a estudiar con Dimitrios Sarrás. Durísimo. Que me tocó ya nada más una época porque se vino el temblor del 85, se cayó la academia y él muere además.
Retomó Javier Marc, que en paz descanse y Mercedes Pascual, que estoy orgullosísima de haber sido su alumna porque fue una guía muy importante, fue para centrarme y decirme, “Si vas a hacer esto, hay que estudiar, hay que prepararse. No nada más estás bonita, porque además se acaba a fin de cuentas”.
Nicoletta: ¿Sí?
Rebeca: Sí. Me metí a estudiar. De ahí parte una carrera de 40 años, Nicky.
Nicoletta: Wow.
Rebeca: 40 años. Mi historia no es una tragedia, en ese momento, ha sido después por otras cosas, pero en ese momento no. En ese momento fue la gran oportunidad del cielo de hacer algo de lo que me enamoré, que me gustó muchísimo y que a la fecha disfruto muchísimo hacerlo, ahora ya incluso de otra manera, que cuando necesitas y entonces trabajas porque tal.
Esto no quiere decir que no necesite uno, porque siempre necesitas, pero ya a esta edad es diferente porque ya vas con el amor y el orgullo de hacer algo que te ha dejado unas historias y en donde has dejado tu vida. Ahí está mi vida, 40 años de mi vida. Imagínate tú, si tengo 50 y tantos, toda mi vida ahí, ¿no?
Nicoletta: Toda tu vida. Además, supiste aprovechar muy bien esa oportunidad. También muchas veces se nos dan oportunidad, pero no sabemos aprovecharlas. Tú tuviste la inteligencia de decir, “Vamos a ver de qué se trata. Esto se ve interesante, pero yo tengo que prepararme. Yo quiero hacer algo al respecto”. No todo mundo lo hace. Hay gente que les llega la fama rapidísimo, para ti hubiera también sido fácil decir, “Me están llamando, se me está dando esto fácil, ni necesito prepararme, es bien fácil ser artista”.
Rebeca: Es que no es, lo malo es que no es y te va a durar poquito el gusto. Si no te preparas, no te va a durar el gusto. Va a llegar un punto en que la impotencia de decir, “Esto no está bien y lo estoy haciendo mal”. O te dejan de hablar. Llega un momento en que por más bonita que estés, ¿cuánto puedes hacer, no?
Nicoletta: Exacto.
Rebeca: ¿Cuánto puedes hacer? Llega un momento en que te quedas sin herramientas para hacer absolutamente nada. Hay que prepararse. Yo admiro porque tengo muchas compañeras que son grandes actrices ahora y que siempre fueron grandes actrices porque también hay que reconocer que es algo que traes. Es un don porque si no tampoco estaríamos aquí. Es una carrera bien complicada, tampoco es así de fácil de decir, “No, pues sí me quedo porque está padre”.
No. No es así de fácil. El camino es arduo, el camino es duro. Es doloroso porque también luego resulta que no estás en los estándares que están esperando ellos que estés por más que hagas aunque seas muy bonita.
Se vuelve una carrera de mucho trabajo en muchísimos aspectos y se vuelve también una carrera de mucho dolor y de mucha frustración. Así hay su lado padrísimo que te estoy contando que para mí fue un milagro y fue la muestra de Dios de por dónde va tu vida, así lo siento yo. Siento que después te enfrentas a muchísimas cosas y te confrontas con muchísimo más. Si te quedas, cuidado.
Nicoletta: Ya que tocaste ese tema, Rebe. Es algo que te iba yo a preguntar un poquito más adelante, pero ahora sí ya estamos tocando esto. El tema de estos obstáculos, de los altibajos de la carrera que son muchos y cada quien los vivimos de diferente manera.
Para ti, cuáles han sido, de los que tú quieras compartir, porque además la gente que nos escucha son muchas personas que están en el medio. Son actores, locutores, que están empezando su carrera o están en un punto en donde encuentran un atorón, algo difícil y necesitan inspiración de los que han logrado el éxito, como tú.
Rebeca: Qué linda, te lo agradezco.
Nicoletta: ¿Puedes compartirnos? Es que sí, se ve y ahorita escuchándote realmente es ver todo lo que llevas tú detrás. ¿Cuáles han sido algunos de los que nos puedes compartir, de esos obstáculos? ¿Cómo los venciste?
Rebeca: Siempre son distintos porque depende mucho la época de tu vida. Yo creo que en esta carrera, los obstáculos son muchos. La edad que es muy chistoso porque yo tenía 30 años y estaba haciendo la mamá de Kuno Becker que debía tener en aquella época veintitantos. Te enfrentas a que siendo una mujer todavía muy joven, estás haciendo un adulto, no mayor, pero sí un adulto más grande y que la edad se va a venir reflejando de otra manera. No por cómo te ves sino por las necesidades de la televisión.
Es muy distinto porque te puedes ver muy joven, pero ellos necesitan mujeres maduras que se vean jóvenes y viceversa. Es muy dependiendo del personaje, pero normalmente así es. Eres muy joven y acabas haciendo abuelas, mamás y cosas que además a lo mejor no tienes ni la edad para hacerlo. Eso se vuelve complicado si tienes un ego muy grande.
La verdad es que te enfrentas al ego a cada rato. Es muy difícil, tienes que aprender a dejar a un lado el ego y aprender que el amor y el respeto a la carrera van por otro lado, por otro camino. Creo que la competencia es uno de los obstáculos también más grandes que tenemos. Siempre va a haber alguien de tu misma edad o a lo mejor más grande o a lo mejor más joven que seguramente va a estar mejor preparado porque su visión era distinta a la de una chava que llegó a una comida y resultó que era actriz.
Eso también es un obstáculo tremendo, porque entonces ves que a lo mejor te estás esforzando mucho y que te falta preparación. Hay que prepararse más y hay que aprender a sentir, que eso es muy difícil lo que te estoy diciendo. Hay que aprender a sentir cosas que no has podido sentir en tu vida. Es muy difícil reflejarlo. Yo por ejemplo, no tengo hijos. No tengo un problema con no tenerlos.
Quería y no quería y de pronto no sentía que era el momento y se fueron los años. Cuando tú estás haciendo la mamá, a lo mejor de un adolescente y no tienes un adolescente o no tuviste ni siquiera un niño chiquito, tienes que aprender a ponerte en el lugar no nada más del niño, de lo que pueda sentir, o del adolescente, de lo que pueda sentir. Sino de un adulto que va a sentir muy distinto porque tiene algo que tú no tienes.
Te enfrentas a dolores muy fuertes porque te confronta también, te confronta y dices, “Híjole, ¿cómo actuaría yo en esta situación?”. Tengo que imaginar, que yo creo que eso es parte de la magia que tiene el actor. Tienes que imaginar situaciones que no has vivido nunca. Cómo te sentirías, cómo pensarías y cómo reaccionarías ante determinada situación que no tiene nada que ver contigo, que no has estado ahí, que no sabes cómo manejarlo. No es fácil.
Yo creo que aunque tengas estudios muy fuertes de actuación, si no lo sientes, es muy difícil porque la gente se da cuenta que no lo estás sintiendo. Hay que aprender a sentir que ahora tengo que decirte que a través de los años, ya sientes por todo. Ya no quiero sentir, ya si el otro se gana un premio y yo estoy llorando es estúpido. “¿Por qué lloro si no me lo estoy ganando yo? Se lo está ganando el señor”. Pero aprendes a sentir esa emoción en absolutamente casi todo lo que sienten los demás. Te lo va dejando la experiencia y te lo van dejando los años.
Quisiéramos decir, “Ojalá hubiera sentido todo esto cuando tenía 30”. Seguramente el boom del universo hubiera sabido porque qué padre. Suena como que me estoy disipando en lo que estoy diciendo, pero créeme que es una de las cosas más difíciles que yo he hecho. Sentir algo que nunca sentí. Es complicado.
Nicoletta: Es difícil, pero también al mismo tiempo es tan gratificante cuando lo logras. Cuando de repente abres la puerta o abres la llave y dejas ese fluir. Una vez que logras identificar cuáles son esas emociones que necesitas y ya logras esa conexión a un nivel tan profundo, tan orgánico y luego lo sueltas y lo dejas ir. Es muy catártico, ¿no?
Rebeca: Claro, porque te voy a decir que en ese momento te das cuenta y dices, “Sí, estoy bien, sí tenía que estar aquí, sí tenía que hacerlo y lo tengo que lograr y sí tengo que hacer una abuelo o una bisabuela o lo que sea”. Aunque no lo haya sido, tengo que saber qué se siente. Creo que ahora, a través de todos estos años, sería más fácil para mí abrir todos esos sentimientos.
Ya no me cuesta trabajo en ese sentido. Ese también para mí ha sido difícil. No sé ni cómo explicarte, te topas. Ya hablando en un tono más coloquial, podría yo decirte que es muy difícil cuando vas a hacer una prueba. Lo hemos pasado porque tú seguramente también lo has pasado, no sé si lo ves así porque creo que nunca hablamos de esto nosotras. ¿Qué es lo que pasa cuando vas a hacer una prueba? Vas muy bien preparado.
Haces una prueba increíble que dices, “Es mío, yo me lo quedé, va a ser para mí”. Resulta que no, te quedaste. Te vas con una frustración y un enojo y un dolor a tu casa. Dices, “Hice la mejor prueba de mi vida, no se vale, esto no está bien, ¿por qué?”. Empiezas a buscarte, cuando estás joven, empiezas a buscar cosas en ti malas para entender qué es lo que pasó, el por qué no te quedaste. Cuesta mucho trabajar entender que a veces no tiene que ver contigo.
Nicoletta: Exacto.
Rebeca: A veces tiene que ver con otras decisiones, con otra idea que tenía el escritor de tal personaje. Con cualquier tipo de rollo diferente que no tiene que ver contigo, pero mientras ya te buscaste la celulitis, el gordo, el grano, lo mal actriz que soy. Te empiezas a culpar de toda una serie de cosas que a la larga cuesta mucho trabajo quitarse.
Nicoletta: Tienes que saber entender porque no entiendes si tú diste todo y dentro de ti decías, “Ahí está, definitivamente me lo pueden dar este personaje”. No te lo dan, no sucede y tú dices, “Voy a buscarle un sentido a esto, tengo que buscar esta explicación porque nadie me la está dando, porque no me lo están explicando”. Es horrible porque nuestra autoestima se va para abajo cuando en serio, realmente a lo mejor no componías bien en lo que era la familia.
No tenía nada que ver con tu actuación. Fue la mejor audición de todas, pero simplemente fue que, “Es que junto a tal fulanito”. A mí me sucedía mucho, mucho más alta que la actriz protagónica o ve tú a saber.
Rebeca: O que el actor que salía de tu pareja, mil cosas.
Nicoletta: Etcétera. Puede ser mil cosas, pero sí es muy difícil y somos muy duros con nosotros mismos, ¿no?
Rebeca: Sí. Fíjate qué grave, porque también dices, “Es una carrera que lo que necesitas es una seguridad bestial”. Yo creo que la seguridad es básica en esta carrera y cada vez que te enfrentas a cosas es como un madrazo. Otra vez me vuelve a pasar y vuelvo a estar mal. Para volver a componerme y armarme para regresar al siguiente cast. Luego yo no sé por qué, yo iba al cast, estaba perfecta, la cara preciosa y el día del casting salía un grano aquí o algo pasaba que llegabas al casting y decías, “No es posible”.
Sí oía yo que decían, haz de cuenta, “Tiene un grano”. Decías, “Sí, me salen granos como a todas las chavas de 18 años. Ni modo”. Te vas a tu casa frustradísima porque te salió un grano, a todas nos salen granos, porque no somos perfectos y no es un grano, son mil cosas que van pasando.
Nicoletta: Exacto.
Rebeca: Te digo, esas cosas son más coloquiales, pero es muy doloroso y muy significativo hasta que aprendes. Hasta que de veras, se tarda uno muchos años. Yo creo que en este rollo nos pasamos 15 años, ¿no?
Nicoletta: Sí, de esto sí.
Rebeca: Hasta que aprendes de veras a decir, “No soy yo, no es mi culpa, no es mi grano, nadie me vio la celulitis”. Empiezas a tratar también de apapacharte un poco y decir, “Vamos a ser nobles con nosotros”, ¿no?
Nicoletta: Verdad.
Rebeca: Tampoco va por ahí. Hay que aprender y es muy difícil, tiene sus complicaciones.
Nicoletta: También de ahí salen otras oportunidades. Realmente, uno dice, “No se me dio esto porque a las dos semanas me ofrecieron este otro personaje, este otro proyecto, y ese sí es el que me iba”. Realmente, unos te tocan, otros no te toca, pero hay que seguir. Sí, esa es la lucha constante y es la mentalidad que tenemos que desarrollar.
Rebeca: Quitar la depresión de ahí, porque también entra uno en depresión. Aprender a decir, “No pasa nada. Lo que no es para mí, no es para mí”. Que se tarda uno 102 años en aprenderlo, ¿no?
Nicoletta: Así es, sí.
Rebeca: Creo que todavía a veces uno dice, “Chinga”. El Chinga es distinto al Chinga, es un Chinga diferente, es un Chinga así lo hubiera querido yo hacer. También aprende uno a decir, “Ni hablar, así son las cosas”.
[música de fondo]
Nicoletta: Antes de seguir con la entrevista, te quiero platicar de SquadCast, la plataforma donde grabamos la mayoría de los episodios de La Pizarra, tanto en audio como en video. Además de que SquadCast tiene una gran calidad de sonido, tus invitados se pueden unir desde su computadora o desde su dispositivo móvil desde cualquier parte del mundo con una conexión estable de Internet.
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También has hecho muchas personajes de comedia, tienes también una gran vis cómica. ¿Cuáles han sido las oportunidades de comedia que tú has disfrutado más? Has hecho películas de comida, programas de comedia y ya es diferente, ya no es esa intensidad de buscar y de ser alguien totalmente diferente. Lo puedes ser, la comedia puede ser igualmente difícil que el drama. Para ti, ¿cuáles han sido las oportunidades que más has gozado en la comedia?
Rebeca: Fíjate que la comedia yo creo que es complicadísima. Creo que la comedia tienes que tener un don que es timing, que es saber en qué momento decir. Eso es un don, porque aunque venga escrito, de pronto no funciona como viene escrito. Me gusta mucho el teatro, Nicky, ya hace muchos años que no hago teatro.
La última obra de teatro que hice hace, no sé cuántos años, era Yo odio a Hamlet, que hice en el Teatro México, que todavía produjo doña Fela Fábregas, con Otto Sirgo, con Norma Lazareno, con grandes actores, con Gabi Canudas, es extraordinaria actriz. Cuántos actores no tenemos amigos que a lo mejor no tienen el gran nombre, pero que son grandes actores y que acá va uno aprendiendo tanto de ellos, admirándolos y tal.
Esta obra de teatro en particular, creo que me enamoré del personaje que hacía yo, que manejaba una comedia muy particular porque era una médium, era una mujer que hablaba con muertos y tal. En el teatro tienes ese chance de pronto, te digo. Hice esta médium que me encantó porque era completamente distinto. A la hora que de pronto lograba conectara con el muerto, empezaba a moverse todo y ella se volvía loca, hasta caía en el sillón.
Todo este tipo de comedia que va rellena de una bola de cosas alrededor, de efectos especiales, de todo esto, me llenó muchísimo. Yo creo que el teatro es uno de los grandes lugares para manejar una comedia muy distinta a la comedia que se hacía. Yo hice Las risas en vacaciones, por ejemplo, que mucha gente me ha criticado mucho, pero yo decía, “Yo me divertía mucho y me pagaban muy bien”.
Yo creo que René Cardona, en paz descanse, que era un gran productor, era un genio René. René no tenía un guion, René estaba sentado y él iba contando lo que ibas haciendo, que eso no cualquiera, tienes que ser muy ingenioso y tal. Estábamos en Acapulco y la verdad es que nos divertíamos mucho, los elencos eran muy padres.
Era una comedia muy complicada también, que la gente dice, “Por favor, estarle haciendo bromas a la gente”. No. La gente se enoja y a la gente no le gusta. Puedes tocar ahí fibras de temor, te puedes meter hasta en problemas. Fíjate que, en algún momento, cuando ya se les decía de qué se trataba, ya no salía fresco, ya se veía como hecho.
La comedia en diferentes situaciones es muy distinta. Con Derbez también hice una obra que me encantó, que la hizo primero Jorge Ortiz de Pinedo, me quiero acordar el nombre, Sálvese quien pueda. La hizo Jorge Ortiz de Pinedo con Gabi Goldsmith en su época y una actriz muy guapa que se llama Marta Ortiz creo. Creo que sí era Marta Ortiz, no me acuerdo bien el nombre, pero era una superobra que luego la hice con Derbez y con Alejandra Procuna, que nos pegamos la divertida de la vida. Yo creo que en teatro la comedia para mí ha sido extraordinaria.
En cine siempre fue este tipo de cosa con René Cardona, que era su humor para divertirse, que también es muy padre y es muy fresco. Es algo que sale en el momento y que es una comedia padre por eso, porque es fresco, porque es del momento, porque no está planeado. Está escrito y lo haces en ese minuto que lo escribió René, sale divertido y no es fácil. La gente cree que es fácil, no es fácil. Ya ves Pedro que bien estaba haciendo su Ciego.
Fíjate, La escuelita sí está más hecho. Es chistoso porque a mí la gente en la calle me grita, “Miss Mankita”. A la fecha, por ejemplo, el de la imprenta cuando le digo, “¿Me puedes hacer tal cosa”. Me dice, “Sí, miss Mankita, claro”. Es como chistoso porque dices, “Qué raro, miss Mankita”, pero me sigue diciendo miss Mankita.
Que dices, “Tengo una carrera muy importante en telenovela y tal. La gente te reconoce por haber hecho La escuelita VIP“. Pero no importa. Al final del día, lo que hay que hacer es agradecer que a alguien le gustó algo de lo que hiciste. Se le quedó grabado algo de lo que hice yo, lo agradezco enormemente.
La comedia me gusta mucho, pero también me daba mucho miedo que me encasillaran ahí, tengo que decir. De pronto me daba la impresión que el actor de telenovela era mucho más importante, y no debe de ser, pero esa era la impresión que me daba. El cómico merece el mismo estatus que merece el galán de telenovela. A fin de cuentas, el trabajo es muy distinto, pero es trabajo duro. Este trabajo no es un trabajo fácil bajo ninguna circunstancia.
Qué padre que he tenido la oportunidad de hacer ambas cosas, pero sí me da miedo que me encasillaran un poco ahí. Qué padre que he tenido la oportunidad de hacer otras cosas, no nada más comedia. Gracias a la comedia, me fui a sábado Gigante.
Estuve en Sábado Gigante haciendo la Familia Fernández, que hacía yo de una boba, que era muy divertido. Que me costaba mucho trabajo hacer, hablando del ego, porque era una boba. Hablaba como boba y salía como la cabal, como boba. Me costaba mucho trabajo hacer con mi ego, porque yo decía, “¿Cómo voy a ser una boba? Yo tengo que ser cuerote. ¿Cómo crees que voy a ser una–?”. Me aventé a la boba y me dieron un premio en Estados Unidos.
Me dieron un reconocimiento por hacer esta boba. De ahí me hablaron para Santiago de Chile. En Santiago de Chile haciendo comedia también con La Cuatro, que salía con Don Francisco, que hacía mi mamá en unos sketchs. Me llevaron a la Universidad Católica de Chile a hacer este programa de comedia, que me llevó Don Francisco también. Me ha abierto las puertas en muchos lugares la comedia.
Yo estoy muy agradecida con la comedia, pero tengo que decir que prefiero hacer novela. Aunque estoy muy agradecida. La comedia me ha abierto todas las puertas, pero yo prefiero hacer novela. Me identifico mucho más con el género.
Nicoletta: Qué interesante. ¿Hay algún personaje que quisieras hacer, que todavía no te haya tocado?
Rebeca: Pensar en un personaje en sí ya no tanto, pero sí hay cosas que me gustaría hacer que no he hecho. Por ejemplo, lecturas en atril. Me encantaría. A lo mejor una novela en radio. No sé, cosas que dicen. La conducción, por ejemplo, nunca la he hecho. Igual soy malísima, no lo sé, porque nunca he tenido la oportunidad de hacerlo, pero dices la conducción que alguna vez me invitaron, pero ya sabes, así que ibas a la botana, o que te invitaron a algún lado nada más a hacer parte de la mesa, me parece que es muy divertido.
Ahora me parece que tienen más libertad los conductores de decir cosas o malas palabras, que yo soy super mal hablada, tú me conoces. Soy muy mal hablada.
Dices, un espacio en donde encajes, no para hablar mal de los demás, cuidado porque híjole, qué barbaridad, sino algo divertido donde pudiera encajar, me encantaría. Me encantaría algo así, pero no ha llegado la oportunidad.
Nicoletta: A la mejor es hora de empezar tu podcast, Rebe.
Rebeca: ¿Verdad? Eso debería yo de hacer. Eso de– Pero tampoco es fácil Vicky, ¿no? Tú nos puedes contar de eso.
Nicoletta: Sí, tiene su curvita de aprendizaje, pero ahí vamos. [inaudible 00:32:40] No pero sí. Digo, ya teniendo tu nombre y ya armando tu proyecto por ahí, vas a ver, ¿por qué no? A la mejor y se da.
Rebeca: Fíjate, también hay que tener mucho valor para hacerlo solo como tú, porque es mucho más sencillo si tienes como seis personas ahí. Está padre, porque si yo la cajeteo, digo alguna babosada, habrá alguien que me salve, o estoy hablando con alguien y es más fácil generar una conversación que estando solo. Me parece que hay que ser muy valientes para sentarte tú solo y hacer lo que tú haces. Me parece que es una valentía, fuera de serie.
Como hacer un monólogo, ¿no? Hacer un monólogo, fíjate, yo lo admiro mucho, pero entre las cosas que te digo que me gustaría hacer, un monólogo no.
Nicoletta: No, no cabe ahí. No es para cualquiera, la verdad. Visualmente también no cualquiera va a ver un monólogo, a menos que sea algo excepcional. Sí tiene que ser algo muy, muy cuidado y es difícil.
Rebeca: Es un trabajo, ¿te imaginas? Me parece que es un trabajo fuera de serie, porque además no hay apoyo de ningún lado. Piensa uno en grandes actores como Carlos Ancira. No remunerado económicamente, que seguramente tampoco es, pero remunerado actoralmente hablando hasta de los compañeros. De decir, “Híjole, ¿cómo le pagas a este hombre? Ni en aplausos, ni en respeto, ni que–“. No hay cómo pagarles ese trabajo que hacen. Es impresionante.
Nicoletta: Sí, es desgastante. Es desgastante emocionalmente, físicamente. Realmente sí es. Eso es para agradecerse, como dices, porque no es fácil [unintelligible 00:34:26].
Rebeca: No. Entonces el monólogo no.
Nicoletta: Definitivamente no. Oye, Rebe, tu familia realmente nadie era del medio. Ni tus padres, ni tu hermana. ¿Cómo fue para ti el decirles, “Oigan, fíjense que mi carrera ahora ya es esta”? ¿Qué expectativas tenían ellos o qué planes para ti, que de repente se lo revolucionaste todo con esto? ¿Tú sentiste el apoyo de ellos?
Rebeca: Fíjate que nunca tuvimos una charla en sí de, “A ver, a esto me voy a dedicar”. No, sino que como las cosas se fueron dando y ellos iban viendo qué era lo que estaba sucediendo, había mucho respeto en este sentido. Era como darme la libertad a decidir qué era lo que yo quería hacer. No se metían mucho. Tampoco eran de aplaudirme. De, “Ay, qué padre”. No.
Nunca hubo un, “Oye, no hagas esto. Oye, puede pasar–“. No, nunca. Si estaba yo en teatro, iban y se sentaban a verme. Los aplausos y verlos ahí sentados para mí era el gran orgullo. Ojalá haya estado yo también para compartir sus batallas. Nunca se los pregunté, pero supongo que así fue.
Alguna vez que se me olvidaron, haz de cuenta, los zapatos, que le hablé a mi mamá y le dije, “Oye, se me olvidaron los zapatos, mami”. “No te apures, yo te los llevo”. Y corría a dejármelos. Quiere decir, eso es un apoyo muy grande. De ahí, con una cosita de ese tamaño te das cuenta que está bien. “Okay mija, está bien. Aquí estoy con los zapatos y no pasa nada”. La verdad es que así fueron para toda mi vida. Yo soy muy bendecida en haber tenido unos padres fuera de serie.
Nicoletta: Qué belleza, qué bonito. Sí, tener el apoyo de tu familia así es algo muy importante.
Rebeca: ¿Qué te digo?
Nicoletta: Así, que siempre puedes crecer y compartirlo. Compartes con ellos tu carrera. Ahorita que estás casada también con otro actor, el buen Roberto Blandón, ¿cómo es ahí? ¿Sienten ahí un–? Digo, no quiero meterme así como que sacar esos trapitos al sol, pero, ¿cómo sientes? Obviamente no están en competencia para el mismo personaje, gracias a Dios.
Rebeca: Qué bueno. Ya nomás faltaba.
Nicoletta: Qué bueno. ¿Cómo has sentido tú eso? No es fácil un matrimonio de actores.
Rebeca: No es fácil, pero yo fíjate, no creo que sea el rollo. Por supuesto, competencia y eso no pasaría. También ya nos casamos grandes. Ya estábamos mayorcitos. Tampoco es como– A lo mejor si te casas a los 25, a los 30, sí puede suceder que si el otro de pronto hace el boom, tú te vas quedando, te vas tardando y tal, a lo mejor sí sientes que el otro ya despegó y que tú te vas quedando. Te va entrando una cosa ahí tremenda. Nosotros no, porque ya estábamos grandes.
Ya cada quien era quien era en su lugar. Competencia no. Nos apoyamos. No es fácil, no. Los horarios luego son complicados. Luego hemos estado en la misma novela, con historias completamente distintas. No nos vemos ni aquí ni allá.
Nicoletta: [ríe] Nada más no coinciden y punto.
Rebeca: No. Sí, no es fácil. Sabes que te involucras a lo mejor en la historia, en saber, en tal, y en tal. Dices, “Híjole, qué padre esto, qué padre lo otro”. A mí me encanta verlo, por ejemplo, y yo no me veo lo que hago, pero me gusta ver lo que él hace. A él no le gusta ver lo que él hace, pero trata de verme a lo mejor un poco en lo que yo hago. Tratamos de apoyarnos lo más que podemos, pero en horarios y eso ahorita ya no tanto.
Ya estamos 14 años juntos, pero cuando estábamos juntos al principio era difícil adaptarse a toda una– Él se iba de gira. Yo no lo veía en un mes. Este tipo de cosas, que sí te crea inestabilidad emocional, sobre todo cuando estás empezando con una pareja, que necesita la estabilidad emocional, necesita la estabilidad económica. Necesitas toda una serie de cosas, pero ya a estas alturas, es prueba superada. Ya después de 14 años hay además estabilidad.
Nos llevamos muy bien, nos respetamos nuestros tiempos. Tratamos de hacer lo mejor que se puede. Nos amamos mucho, y que a fin de cuentas eso creo que es lo más importante.
Nicoletta: No, definitivo. ¿Logran hacer algunas vacaciones juntos?
Rebeca: Sí, porque te voy a decir que ahora también priorizamos eso. Ahora es decir, si decidimos que nos vamos a ir tal fecha, si nos hablan para trabajar, decimos desde que nos hablan, “Oye, yo tengo estas fechas ocupadas”. A lo mejor no explicas por qué, pero es importante porque si no lo que va sucediendo, es que la pareja se va separando. El chiste es tratar de estar juntos el tiempo posible. Las vacaciones son importantísimas. Porque de por sí, la convivencia diaria no es sencillo. Necesita uno la vacación, ¿no?
Nicoletta: Sí.
Rebeca: Tratamos de coordinarlo de tal forma que tengamos respeto por esos espacios. Los cumpleaños son para nosotros sagrados. También tratamos de que el cumpleaños no nos echamos compromisos para estar. Hay que estar en los momentos importantes. Hacemos lo mejor que podemos para estar tiempo de calidad con todos.
Nicoletta: ¿Tú qué haces ya dentro de ti cuando dices, “Okay, ahorita es mi momento de desconectarme porque me voy a dar un tiempito. Ya terminé mi llamado, mañana puedo entrar tarde”? ¿Qué es lo que a ti te gusta hacer o cómo haces? No sé si tienes una rutina para ese desconecte total, para regenerarte y volver a agarrar fuerzas y todo.
Rebeca: ¿Sabes qué, Nicky? Como vivo en Tepoztlán, Morelos, es un lugar mágico. Es un lugar complicado a lo mejor para vivir en algunas cosas, pero es bellísimo. Tengo la fortuna de vivir enfrente de un cerro, entonces sí me despierto superrelajada. Oigo los pájaros todos los días. Me encantaría decirte, “Me voy a hacer ejercicio”. La verdad es que no. [ríe] Debería hacerlo, pero la verdad es que no lo hago.
Antes caminaba, ahora, a partir de la pandemia, ya no camino. Qué mal, pero antes me salía a caminar porque me gusta mucho ver los cerros, me gusta escuchar el agua. Aquí hay cascadas cuando llueve. Me gusta mucho. Eso es lo que yo normalmente hacía. Ahora lo hago nada más aquí en la casa porque ya no estoy saliendo a caminar.
Ser muy rutinaria, no, me gusta mucho cocinar. Cocino aquí en la casa. Leo, soy apasionada de la lectura y haces que te pegas a los libros. Pinto, soy muy mala, tengo que decirte, soy malísima para pintar, pero no me importa porque no los voy a vender.
Nicoletta: Exacto, es para ti. Es puro placer.
Rebeca: Es para mí. Me gusta mucho pintar. Me desahogo en muchas formas con la pintura. Leo y estoy en la casa. Me gusta ver el cielo, soy admiradora del cielo. Soy amante de la luna. No puedo dejar de salir a ver la luna en las noches y escuchar los grillos. Claro, suena cursi, pero para una mujer adulta esas son las cosas que aprendes a valorar de otra forma.
Yo valoro mucho el poder escuchar a los grillos en la noche. Me da una paz espectacular. Es cuando te das cuenta que la vida sigue, que hay cosas que no nos han gustado, hay cosas que no se dan como uno quisiera, pero hay que amar lo que uno tiene, hay que amar la vida. Lo que llega hay que amarlo también. Hay que amar a los amigos. Amo a mis amigos. Tener ratos de placer con ellos de una comida, de tomarte un vinito cuando estamos platicando, “Tómate el vinito aquí en la casa”.
Creo que esos son los grandes momentos que al final del camino– Esto no es porque esté uno viejo, es porque vas atesorando el poder tener ese tiempo y la paz de sentarnos a tomar un vino y platicar con una amiga, como contigo, y decir, “¿Cuántos años tenemos juntas?” No pegadas, juntas, con respeto, con cariño, admirando al compañero, teniendo amigos. A fin de cuentas también yo creo que la gente del medio se vuelve eso porque estamos juntos mucho tiempo, son muchos años.
Yo tengo 40 años en esto, pero tú a la par debes de andar, sino es que– Por ahí.
Nicoletta: Sí, yo empecé a los 11 años, así es que sí. [ríe]
Rebeca: Imagínate. Lo que te digo, nos hemos encontrado en el camino siempre, vas queriendo a la gente y se hacen unos lazos que difícilmente se rompen cuando aprendes a respetar y amar el trabajo del otro. Yo respeto mucho tu trabajo y amo mucho tu trabajo. Me parece que eres una extraordinaria actriz, no te lo digo por ensalzarte. Además, hemos hecho muchos programas juntas. De Mujer parecíamos como el elenco base, ¿no?
Nicoletta: Sí. [ríe]
Rebeca: Yo era la mujer y tú eras la amante, o yo era la amante y tú eras la mujer, pero estábamos ahí todo el tiempo. Hemos hecho muchos trabajos juntas.
Nicoletta: Empezamos siendo barbies, bueno tú eras barbie y yo era– En Mattel, ¿te acuerdas?
Rebeca: Claro, de Mattel, imagínate. Tú hacías una muñeca también, ¿no?
Nicoletta: Yo hacía la de La Bella y la Bestia. Eso era también de nuestros pininos.
Rebeca: Era un trabajo divino y la verdad es que la pasamos bomba. Había gente que con los años también se hizo muy importante. Estaba Fernando Colombo, era mi Ken.
Nicoletta: Exacto. Era muy divertido eso.
[conversación cruzada]
Se armó una dinámica y un grupo de gente muy padre.
Rebeca: Padrísimo. Además, lo hicimos varios años. A fin de cuentas, te digo, hemos estado en muchas cosas juntas y el camino nos ha rendido. Sabemos que si yo necesito de ti siempre voy a contar contigo y lo sabes de allá para acá también. Si tú necesitas de mí siempre vas a– Eso se va labrando en el camino.
Son las grandes cosas que te va dejando esto, que nos pasa con productores y nos pasa con directores que admiras muchísimo y que a lo mejor un día te pegó un grito de, “No inventes”. De todas maneras sigues admirando, queriéndolo y sabiendo que en ese momento a lo mejor lo necesitabas. Es lo que va uno atesorando y yo creo que eso no tiene comparación cuando valoramos nuestro trabajo de la forma que lo hemos hecho.
Nicoletta: Así es. La manera como se trabaja ahora en Televisa, como uno va logrando las oportunidades de trabajo, ahora es tan diferente de como era antes. Por ejemplo, yo desde cuando me fui, yo salí en 2006 de México, pero hablando con varios compañeros yo he visto que sí es todo muy distinto, además porque hay más oportunidades de trabajo, que no solamente en Televisa, que era muy céntrico.
Una de esas cosas yo creo que, de abrirte las puertas, es precisamente lo que tú estás diciendo, el respeto al trabajo de los otros y el nutrir esas relaciones de trabajo con productores, directores, asistentes de producción, con todo el mundo.
Rebeca: Todos, sí.
Nicoletta: Además, te pueden llamar directamente. Algunas cosas sí tendrás que mandar. No sé si a ti te toca todavía o si ya de plano no estás necesitando hacer las audiciones en video y mandar los videos. ¿Sí? ¿También?
Rebeca: Claro.
Nicoletta: ¿Cómo ha sido para ti eso? ¿Cómo has ido navegando ya esa manera distinta de buscar esas oportunidades de trabajo?
Rebeca: Fíjate que a mí no me preocupa tanto ir a hacer un casting, por ejemplo, porque también lo tienes que asimilar y decir, “El tiempo está cambiando”. El casting a lo mejor no lo hacen porque no sepan cuál es tu trabajo, sino por los requerimientos del personaje o lo que sea. Hay que ir también con la mejor disposición, que a mucha gente le puede. Yo no tengo problema con eso.
Nosotros respetábamos tanto el trabajo que me cuesta a veces trabajo ver, digo, no tengo nada en contra de los chavos ni nada, pero su forma de hacer las cosas es muy distinta a la nuestra. A nosotras nos tocó trabajar con Beatriz Sheridan. Yo no puedo encontrar, ni siquiera en mi mente un segundo pensar, en poderle contestar a Beatriz Sheridan, “No me siento cómoda con decir esto”. Ni por aquí me pasaría.
Ahora los chavos tienen esa libertad, que no sé si es seguridad o no sé cómo lo procesan, pero yo a la fecha, a mí me dicen, “Esto tienes que decir”. “Sí, señor. Yo sé que eso tengo que decir”. No voy a buscarle, no voy a dar mi opinión. A mí me contratan para hacer lo que ellos dicen y yo lo hago, Nicky, porque ese es mi trabajo. Esa es la responsabilidad que a mí me enseñaron. Ahora tienen esa libertad de decir, “No me siento cómodo, no voy a decir esto. Vamos a buscar otra forma en que me sienta cómodo”.
Nicoletta: Cambiando el script ahí, el guion, así nada más metiendo su cuchara porque no están cómodos diciendo algo.
Rebeca: Es increíble que ahora sucede. Yo no quiero decir que sea malo, nada más digo que es, ahora ya en ese sentido, muy diferente. También los directores en ese sentido son más flexibles. Nosotros no teníamos esa flexibilidad. Nosotros, te digo, pensar en decirle a Betty Sheridan, “Oye, no me siento cómoda”.
Nicoletta: No, olvídate.
Rebeca: Nunca en la vida. Está fuera de contexto. No es algo que ni siquiera se te hubiera ocurrido, ¿no?
Nicoletta: No, definitivo.
Rebeca: Yo creo que en estos cambios, que pueden ser buenos o malos, no lo sé. En realidad, no lo sé porque los conceptos de cada a quien son distintos, también ves esa flexibilidad y dices, “Bueno, en esto ha cambiado”. Yo no, yo sigo igual. Yo no me siento cómoda con decirle a un director que no me siento cómoda diciendo algo. Yo. No sé para los demás que estén en mi edad hacerlo.
Les admiro a los chavos que tengan esta flexibilidad. Les admiro y no, me preocupa de pronto un poco, pero dices, “Bueno, hay que aprender a adaptarse a lo que está sucediendo. Hay que aprender a adaptarse a los castings. Hay que aprender a adaptarse a que ahora hay un mundo de posibilidades que antes no teníamos”.
Tratar también de buscar en dónde puede uno encajar para aportar lo que uno ha aprendido, que a fin de cuentas eso es todo, porque dice uno, “Bueno, ¿hasta dónde puede uno llegar si puede uno hacer miles de personajes?” Yo he puesto el alma en cada uno de los que he hecho, hasta el que te estoy platicando de la cosa esta que hice, de Las Aventuras de Lenguardo, hasta eso lo fui y lo hice con todo mi cariño, haciéndolo muy mal, por supuesto, pero lo hice con todo el cariño de enfocarme en hacer algo lo mejor que pude.
Yo sigo en el mismo rollo de hacer siempre, cuando me hablen para un trabajo, poner mi alma en eso, con toda la experiencia de todos estos años, agradecida respetando a mis compañeros, que para mí los compañeros se vuelven todo para uno a través de los años, se devuelven todo para uno. De pronto no le damos la magnitud de lo que viene llenando nuestra vida de toda una serie de cosas, de conocimiento, de compañerismo.
Fíjate, el otro día me mandaron algo que me quedé pensando y decía que una vida sin amigos es una vida sin testigos. Se te queda muy marcado porque dices, “Claro, si yo hubiera hecho un programa de mujeres donde no hubieras estado tú, en donde no hubiera estado un amigo”.
Igual puede pasar, igual nadie se acuerda, pero nosotros estábamos ahí, sabemos que lo hicimos, sabemos que dejamos el alma ahí y me parece que se vuelven convirtiendo en estos testigos de todo un camino recorrido. Eso me parece un regalo divino para todos nosotros, desde productores, maquillistas. Yo amo a las maquinistas de Televisa, les debe uno la cara y la vida.
Nuestros técnicos de Televisa, que son los mejores técnicos del mundo. Yo he hecho cine y ha entrado la gente de Televisa a ayudar cuando están haciendo algo con cine y les resuelven todo porque son unos fregones. La verdad es que mejor preparados no existen. Son divinos nuestros técnicos, ¿qué tal el día que llegas triste y el técnico te ve y te dice, “Hermosa”. Te abraza y dices, ‘Cómo agradezco los años que he estado aquí”?
Nicoletta: Te apoyan.
Rebeca: Sí. Toda la gente que se va volviendo parte de tu vida, parte de tu familia y que los reencuentras a lo mejor después de 10 años de no verlos y se lo agradeces tanto al cielo.
Te digo, la carrera sí nos ha dejado muchas experiencias, la satisfacción de haber logrado lo que queríamos hacer, lo que decidimos hacer, pero todo esto que vamos dejando en el camino, el cariño de los compañeros, los testigos, el abrazo de un técnico, la ayudadota de la maquillista que llegaste y tú dices, “Es que estuve llorando toda la noche”. “No te apures, Rebe, yo ahorita te dejo divina”. Lo hacen con todo el amor del universo. ¿Cómo agradeces todos esos días en toda una vida de 40 años?
Nicoletta: Con toda esa experiencia, Rebe, si alguien llega contigo y te dice, “Bueno, ¿cuál es el mayor consejo que me puedes dar?” Alguien que está empezando su carrera, ¿para ti qué sería? Algo que a lo mejor a ti te hubiera gustado escuchar al principio y tuviste gente que te apoyó mucho, pero algo más que tú has aprendido y que es algo que tú le puedes decir, “Es invaluable, haz esto, por favor, porque con esto te va a ir mejor en tu carrera”.
Rebeca: Yo pienso que hay que ser perseverantes, que suena fácil, pero no es, porque, ¿cómo eres perseverante cuando de pronto sientes que tienes todo en tu contra y cada vez que haces algo resulta que no estuviste, que no te quedaste y que el otro lo hizo mejor? Si eres perseverante y crees en ti mismo, lo vas a lograr.
Aprender en este camino que también hay otras cosas importantes que no hay que dejar a un lado, porque de pronto se sumerge uno tanto en esto que dejas pasar muchas cosas y no debe uno dejarlas pasar. Hace unos días estaba yo grabando La Rosa de Guadalupe, estaba una actriz muy joven, muy bonita y estaba muy frustrada porque con la pandemia y todo se empezó a quedar un poco sin trabajo y decidió, porque tenía necesidad económica, de empezar a dar clases.
Es una niña preciosa y es una niña muy talentosa. Yo te puedo firmar, que me llamo Rebeca Mankita, que la va a hacer, pero también tiene que aprender a disfrutar esas clases que da porque está compartiendo un conocimiento que adquirió y además ese tiempo que dices, “Necesito este tiempo para reorganizarme y volver a entrar con todo en el momento en que se me dé la oportunidad”.
También aprender que esto es muy importante porque es tu goal, es tu meta en tu vida, pero tenemos otras cosas que son importantes que te pueden impulsar y que distraerse un poquito no tiene nada de malo, que salirte y tener hijos tampoco tiene nada de malo porque puedes regresar con todo, que la vida es importante toda y que no puedes perder de vista todo lo que está pasando alrededor solo por esto, aunque hay que ser perseverantes.
“No lo voy a dejar, no lo voy a dejar. Aquí voy a estar, aquí voy a estar, aquí voy a estar. Esto es importante. Mi familia es importante. Los hijos son importantes. La pareja es importante”.
Todo lo que es importante hay que aprender a respetarlo. Hay que aprender a tener el tiempo para las vacaciones con tu pareja. Hay que aprender a tener el tiempo para tus padres porque se van muy rápido y luego dices, “Chin, caray, ojalá hubiera aprendido que lo importante que era a lo mejor también ese tiempo”. Sí, claro, hay que ser perseverantes, pero hay que darle su justo valor a las cosas.
Nicoletta: Sí, totalmente, Rebe. Ahora llegamos a un punto donde normalmente comparto dónde la gente te puede seguir, pero tú no tienes ahora redes sociales, ¿verdad?
Rebeca: No. Fíjate, qué bueno que me lo preguntas, Nicky, porque fíjate que hay una persona en Facebook que tiene mi foto y tiene una palomita que te digo que yo como no tengo mucha red social, no sé, pero dicen que cuando tienen una palomita parece que es como el original o no sé qué cosa.
Nicoletta: El oficial, sí.
Rebeca: Dice oficial. No es mío y ya me metió en problemas porque hace poco me encontré un compañero y resulta que tuvo conversaciones con este compañero de nosotras, diciendo mentiras y cosas para tener el acceso a compañeros, les han mandado invitaciones y todo esto.
También hubo un problema en un restaurante porque dijo que había ido a comer y se enfermó, que estaba en el hospital y una bola de cosas. Resulta que había comido birria, no tengo nada en contra de la birria, pero yo no como birria, yo soy vegetariana, la gente que me conoce sabe que yo no como birria. Esta persona que estoy tratando de encontrar la forma de pararla, porque además cada vez que alguno de los compañeros, mi hermana o alguien se mete y dice, “Este no es el Facebook de Rebeca Mankita”.
Lo que hace es bloquearlos, pero ahí sigue. No soy yo. Varios productores me han hablado, me preguntaron, “Oye, Rebe, ¿me mandaste una invitación?” “No, yo no tengo Facebook, no tengo Twitter. No por el momento. Si a lo mejor algún día decido hacerlo, lo haré saber, pero no tengo nada de eso. No soy yo. No tengo Instagram, no tengo nada”. A fin de cuentas, mi trabajo siempre va a estar ahí con todo el amor de mi vida y si en algún momento decido hacer una red social, por supuesto que lo haré saber.
Nicoletta: Sí, o también tienes ahorita ahí a las personas que se dedican a manejar las redes sociales. Puedes tener a una persona que te ayude a hacerlo en la manera como tú quieres, protegiéndote y todo. Sí, es bueno. Obviamente, no lo necesitas desde el punto de vista de que, “Si tengo tantos seguidores me van a dar más trabajo”. En el punto en el que tú estás vas a conseguir trabajo definitivamente a donde sea por ya la trayectoria que tienes, definitivo.
Rebeca: Gracias, Nicky. A lo mejor me ayudaría, pero fíjate que yo he visto una serie de– Lastiman mucho a la gente. Yo soy muy vulnerable, Nicky. A mí no me gusta que me digan cosas. No me gusta. No me gusta que me lastimen. No me gusta que me ofendan. Yo trato de ser respetuosa a la medida que lo son conmigo. No me quiero involucrar en algo ni que me lastimen ni que tenga yo que estar lastimando a otros en el tú por tú y se vuelva una cosa que no.
Respeto mucho a los demás y me gusta que me respeten a mí. Trato de mantenerlo, así es como necesito estar. También no me parecería, yo veo ahora a los chavos que están tan agobiados que, cómo no, por cuántos seguidores tienen y están todo el tiempo en la foto de, “A ver cómo me veo”. Todas esas cosas.
¿Te imaginas qué agobio? Yo no puedo vivir así. No me gustan las fotos de entrada. Para empezar, nunca me han gustado las fotos. Es cuando dices, “A mí no me gustaría sacar una foto mía y que alguien me dijera algo que me lastimara”. Si saco la foto, estoy permitiendo que sucedan estas cosas. No quiero abrir una puerta de la que sé que a lo mejor salgo mal. No.
Como dices tú, a lo mejor si alguien lo maneja, pero también me parece como falso. Alguien está contestando por ti y están viendo a alguien que no eres tú. Tampoco me parece justo. Me parece que si alguien va a conocer algo de ti, tiene que salir de ti. Yo hago mi trabajo con todo mi amor y ahí pueden saber todo lo que saben de mí. Si en algún punto se da de otra forma o lo que sea, pero ahorita no.
Nicoletta: Ahora, obviamente, la mejor manera de poder seguir, ver qué es lo que tú estás haciendo, hay entrevistas como, por ejemplo, este podcast, pero haces otras entrevistas en programas de espectáculos, etcétera. Se pueden encontrar entrevistas en YouTube.
Rebeca: Muchísimo, sí.
Nicoletta: Exacto, estar pendientes de las carteleras, de la programación de televisión. Tu nombre va a aparecer porque aparece siempre. [ríe]
Rebeca: Qué linda, Nicky. Te agradezco.
Nicoletta: No hay problema, que siempre te van a poder ver. En fin, Rebe, te agradezco tantísimo.
Rebeca: Gracias por tantas cosas que dices, Nicky. Ya nadie me va a aguantar. Te agradezco muchísimo. Qué linda, te agradezco. Muchas gracias.
Nicoletta: No, definitivamente, lo que es cierto se comparte.
Rebeca: Gracias, Nicky.
Nicoletta: Gracias, Rebe. Seguimos pendientes.
Rebeca: Te quiero mucho. Muchas gracias.
Nicoletta: Igualmente, Rebe.
Presentador: Gracias por acompañarnos en La Pizarra. ¿Quieres escuchar más episodios? Visita triple www.lapizarrapodcast.com o nickymondellini.com/lapizarra, donde podrás suscribirte al boletín mensual y tener acceso a los avances exclusivos de los nuevos episodios, así como recursos para tu negocio creativo. Sintonízate la próxima semana para otra interesante entrevista.
[música de fondo]