Episode Notes
En esta segunda parte de la entrevista con Zaide Silvia Gutiérrez, seguimos explorando la pasión y profundidad del teatro junto a esta aclamada actriz. Descubre sus valiosas reflexiones sobre la importancia de la vocación, la preparación académica y la atención al detalle en la carrera de un actor. Además, conoce sus consejos inspiradores para los actores jóvenes. ¡No te pierdas esta mirada única al mundo del teatro y la actuación!
Momentos Destacados:
- Descubre la pasión profunda de Zaide por el teatro y cómo lo considera su verdadero hogar creativo.
- Explora la diferencia entre actuar en teatro, televisión, cine y doblaje, y cómo cada medio presenta desafíos únicos.
- Zaide comparte valiosas reflexiones sobre la importancia de la vocación, la preparación académica y la atención al detalle en la carrera de un actor.
- Descubre cómo el mindfulness y la atención a los detalles influyen en el proceso creativo de Zaide y en la profundidad de sus interpretaciones.
- Conoce los consejos inspiradores de Zaide para los actores jóvenes, incluida la importancia de la definición clara de la vocación y el compromiso con la profesión artística.
La entrevista ofrece una visión profunda y apasionada del mundo del teatro y la actuación, así como valiosos consejos para los actores jóvenes. Destacó la importancia de la vocación, la preparación académica y la atención al detalle en la interpretación de personajes. La experiencia y sabiduría de Zaide Silvia Gutiérrez enriquecieron el episodio y brindaron una perspectiva inspiradora sobre el arte de la actuación.
¡Sintoniza este episodio y sumérgete en el fascinante universo teatral con nosotros!
Conecta con Zaide Silvia Gutiérrez a través de su Instagram @ZaideSilviaG
Transcript
Zaide Silvia Gutiérrez: Decía mi esposo cuando me hacían esta pregunta que, “¿Qué te gusta más? ¿El cine o el teatro?”. Yo decía, “Está difícil. El teatro, pero no sé, porque el cine. No, pero es que la televisión”, Él decía, “Sí, también el cine le gusta mucho porque le dan llamados a las 4:00 AM y se mete cantando a la regadera a las 3:00 AM”. Solo alguien que es feliz canta a las 3:00 AM, porque tiene llamado a las 4:00 AM.
[música de fondo]
Interlocutor: La Pizarra, explorando las mentes creativas del mundo del entretenimiento. Aquí está tu conductora, Nicky Mondellini.
[música de fondo]
Nicky Mondellini: Bienvenido o bienvenida a un episodio más de La Pizarra. Yo soy Nicky Mondellini. Qué bueno que nos acompañas hoy porque tenemos la segunda parte de la entrevista con la actriz Zaide Silvia Gutiérrez. Espero que lo disfrutes.
¿En qué ha cambiado tu punto de vista o tu preparación de un personaje o tu trabajo a partir de haber hecho esos estudios de dirección?
Zaide: Ahora leo las obras y tengo una visión global de las mismas después de eso. Ya la tenía, pero bueno, uno la afina y la va afinando con el tiempo. Eso es una de las cosas. La siguiente es que me condujo a una vocación que ha sido más recientemente descubierta por mí, que es la docencia. Eso lo agradezco muchísimo. Además la docencia con la dirección se complementan mucho, porque finalmente uno para un montaje escolar funge como el director.
Gracias a eso descubrí mi vocación docente. Yo antes pensaba que jamás iba a dar clases y cuando me lo proponían, alguna vez lo intenté y me pareció algo que no era un llamado para mí. Es que para ser docente, se necesita una cierta madurez, al menos en mi caso. No solamente del conocimiento, sino una madurez también en cuanto a la comunicación con el otro, a saber describir y a ser generoso para compartir tus conocimientos. Nunca he tenido empacho en compartirme, ese es uno de los gran placeres.
Me comparto como actriz. Es decir, no pongo resistencia, hago muchas preguntas, digo lo que me parece, pregunto lo que no comprendo, pero reticencia es otra cosa y reticencia nunca he tenido.
Últimamente, el año pasado, en noviembre y en diciembre estrenamos una obra que se llama La conversión del Diablo, escrita por Carlos Pascual y dirigida por Martin Acosta, dentro de la Compañía Nacional de Teatro. Hice un personaje que no tiene nada que ver con lo que hubiera hecho antes en toda mi existencia actoral.
Era una guerrera de la resistencia junto con Cuauhtémoc, frente a los conquistadores. Por supuesto, al momento de la obra ya era cuando están intentando ya la colonización espiritual mexicana con los preceptos católicos frente a las creencias de los naturales de México. Es una obra muy interesante. Esta mujer queda en la resistencia y nunca se suma a las nuevas propuestas españolas y queda un poco un ojo crítico, como una mujer sabia, pero siempre guerrera con su arma, con su macuil, esta vara que tiene obsidiana, cuchillas de obsidiana a los lados, que es plana y que con eso era su arma.
Relaciona como una guerrera, pero ya es una mujer madura y en esos tiempos es una mujer que representa la antigua cultura que no puede abandonarse.
Nicky: Zaide, cuéntame un poquito ahora, obviamente el teatro yo creo que siento cómo hablas tan apasionadamente de él, es tu medio preferido de expresión, si no me equivoco. Uno como actor, tenemos que desarrollarnos tanto en tele como en cine. ¿Cuál es el siguiente medio después del teatro? Que tiene sus retos, porque uno no puede detener la escena y volverla a empezar la escena desde el principio, no hay corte y se repite. ¿Cuál es el siguiente medio de expresión que te gusta más o que tu maś disfrutas?
Zaide: La escena teatral es mi gran pasión porque ahí se crean los vínculos humanos en tiempo presente, presencialmente. La pantalla también crea vínculos humanos, pero se dan desde otro lugar. Sin que yo esté presente, está mi imagen presente.
A veces yo entro a la casa de alguien y me dicen, “Yo te conozco, ¿de dónde?”. Es que me han visto en la televisión de su cuarto. Sienten que yo he estado en casa y en su vida. Hay un vínculo humano, porque me reconocen y aprecian mi trabajo, o recuerdan el nombre de mi personaje. Me dicen, “¿Por qué hacías esto en esa telenovela?”, “Porque ese era mi personaje”, sienten que yo he convivido con ellos.
Yo no tengo el vínculo, porque yo no los vi. En el teatro sí respiramos juntos. Aunque no nos veamos porque a veces hay escenas en que por lo regular el público está a oscuras y nosotros estamos iluminados. Por eso dije, “Respiramos juntos”, porque nos quedamos en silencio, porque nos escuchamos, porque nos reconocemos, porque nos entendemos en el momento, en tiempo presente. Yo digo que mi vocación es la actuación, cualquier territorio en donde yo pueda ejercerlo estoy muy feliz.
Decía mi esposo cuando me hacían esta pregunta que, “¿Qué te gusta más? ¿El cine o el teatro?”. Yo decía, “No. Está difícil. El teatro, pero no sé, porque el cine. No, pero es que la televisión”. Él decía, “Sí, también el cine le gusta mucho porque le dan llamados a las 4:00 AM y se mete cantando a la regadera a las 3:00 AM”. Solo alguien que es feliz canta a las 3:00 AM, porque tiene llamado a las 4:00 AM. Son espacios donde yo me he podido explayar. He hecho radio, he hecho radionovelas. Incluso tengo dos premios de radio, que son extraordinarios porque son muy pocas las ocasiones en que se dan esos premios.
Frente a un micrófono yo puedo volar también en cuanto a un territorio vocacional y profesional, y necesita otros recursos. Hice doblaje también, muchísimo doblaje.Tengo personajes icónicos de doblaje.
Nicky: Mira. Eso no lo sabía, Zaide. No estaba en tu semblanza. ¿Cómo? [rié]
Zaide: ¿Cómo te digo todo eso? Happy Days, Casi famosos, la primer película de los superhéroes. Fíjate, fue hace tanto tiempo porque tenía yo, no sé, 17 años cuando lo hizo. Me invitó el gran maestro del doblaje Antonio Arvizu, que en la televisión luego se conoció como El Tata. Él dobló Los Picapiedra. Él hacía todas las voces. Todos los términos en castellano de los Picapiedra los inventó él. Era un genio del doblaje. Él vio mi trabajo, lo observó en la cabina de doblaje y me invitó a doblar esta película hace 45 años. Discúlpenme si no me acuerdo el nombre en este instante de la película, pero han pasado muchas cosas en mi vida.
Cada uno de esos escenarios yo lo tomo como ejercicio. Como lugar en donde puedo explayarme. Un bailarín puede bailar donde sea, pero hace barra. Mi barra es la escena teatral, para poner un paralelo para entender. Yo siempre tengo que regresar al teatro.
Nicky: Sí. Siempre decimos los actores que el teatro es la mejor escuela. Nos decía, por ejemplo, el maestro Mendoza que un actor puede prepararse y puedes tomar clases y todo, esa es tu base. Que realmente un actor se forja en el escenario y tienes que estar ahí plenamente sin tapujos, sin miedos ni nada, y entregarte plenamente.
A partir de eso, donde sabes que tú no tienes la oportunidad de detenerte ante nada, la escena debe continuar. Tú traes toda esa magia, esa pasión, todo ese motor que te hace funcionar en los universos que se crean y lo llevas a la televisión, lo llevas al cine o al doblaje, como dices, en cualquier otro ámbito y se nota. Se nota un actor que tiene toda esa preparación, tienes unas bases mucho más sólidas, más profundas detrás de ese trabajo.
Qué bello que lo hayas hecho así y que lo sigues haciendo en diferentes cosas. Cuéntame ahora, yo te iba a preguntar que qué personaje, algo que no hayas hecho antes que estás haciendo ahora, o que te gustaría hacer, pero me lo acabas de explicar con esta obra que me contaste. Te queda algún otro personaje por ahí todavía en todos los años que tienes por delante, pero, ¿algún otro tipo de personaje que tú digas, “Ese quiero hacer, ese es para mí”? ¿Cuál sería?
Zaide: Antes uno decía, “Quiero hacer MDA o quiero hacer La madre de Hamlet o quiero hacer La vida es sueño, pero ahora en lugar de que sea el padre, quiero ser la madre para hacer algo más contemporáneo o revisarlo desde otro punto de vista”. Yo oía que uno se refería a los clásicos en castellano o en otra lengua, Shakespeare o el teatro de los siglos de oro, los grandes sicologistas naturalistas como Chéjov o hacer un personaje de Ibsen.
La escena ha cambiado mucho, el papel de los actores en el teatro ha tomado un nuevo lugar. Más que decirte que quiero hacer un personaje y esto tiene que ver con mi raíz personal, a mí me gusta trabajar en proyectos, por eso estoy en la Compañía Nacional de Teatro, porque es un proyecto.
Un proyecto que vale la pena habitar, defender, sustentar con calidad, con trabajo, con los mejores actores y todos llegamos por concurso, todos somos ganadores, pero es que todos tenemos mucho talento, trayectorias de excelencia y no cualquier está ahí.
Ese proyecto vale muchísimo, porque de ahí se genera la identidad artística de nuestro país. Creo que es un lugar que debiera reproducirse a muchos lugares de nuestro país. Ahora yo quiero hacer este nuevo teatro.Este nuevo teatro que me ha enseñado mucho y que tiene otros requerimientos. Por una lado, yo noto que el actor se vuelve más acrobático físicamente hablando, que se requiere una educación vocal muy buena y haya varias técnicas de educación vocal. Claro que me gustaría hacer MDA que fue el primero que dije. Me gustaría ser.
Entrevistadora: [unintelligible 00:13:37] [rié]
Zaide: [unintelligible 00:13:40] ¿quién no?
[risas]
Zaide: Creo que voy a montar el de [unintelligible 00:13:45] que es tan socorrido, pero también me encantaría revisar sor Juana por supuesto. El año pasado dirigí una obra atribuida a Juan Ruiz de Alarcón, sobre un personaje de la vida real del siglo XVI que era una transexual, la obra se llama La Monja Alférez. Fui muy feliz dirigiendo esa obra con un texto, con un lenguaje maravilloso, con los esplendidos actores de la Compañía Nacional de Teatro.
Yo invité a mi vecina que nunca había visto una obra en persona y al salir me dijo, “Es que primero dije, ‘Hablan de una manera que’, ¿cómo?. Poco a poco fui entendiendo absolutamente todo y entendí todo”. Estaba exaltada de entusiasmo y estaba muy contenta de que un lenguaje tan poco común, porque lamentablemente no se pone ya teatro en verso, es muy excepcional, solo la compañía nacional de teatro se puede dar ese lujo.
Mi vecina tuvo la oportunidad de conocer un texto del siglo XVI con una temática completamente contemporánea y ella sentía que no había distancia. Eso es el gran placer de la creación en el momento.
Entrevistadora: Sí. Definitivamente Zaide, qué maravilla. Es muy bonito eso y realmente que siga el teatro es muy importante para todas las generaciones y que se sigan haciendo ese tipo de obras, un teatro verdadero y profundo, que se dé a conocer. Realmente en México hay una gran cantidad de cultura y de cultura muy bonita y en diferentes niveles.
Eso es una de las cosas que extraño no estar yendo ahora que estoy en Houston, pero cuando vaya a México primero que nada te voy a hablar a ti a ver en qué estás para ir.
Zaide: Muchas gracias, Nicky. No, primero para darnos un abrazo.
Entrevistadora: Sí, definitivo.
Zaide: Sí, para bendecir el momento del reencuentro y saber que estamos reconocibles y que nos reconocemos como artistas, como mujeres y como contemporáneas.
Entrevistadora: Exacto, definitivamente. ¿Qué quisieras tú que los actores jóvenes supieran o pudieran incorporar a su carrera? Ya viendo el querer tener una carrera a largo plazo, ahora que las cosas son tan diferentes, ahora que todos los casting son en video, tantas cosas diferentes. ¿Tú sientes que haya algo que les falte a los actores jóvenes ahora que eres también maestra? ¿Qué es lo que tú les puedes recomendar?
Zaide: Yo primero recomiendo la definición. Si tú tienes duda entre estudiar psicología y teatro, estudia psicología. Entre pintura y arquitectura, mejor estudia arquitectura. Yo creo que uno tiene que ser muy claro, porque las artes son realmente una decisión de cómo vivir la vida y muchas veces la creatividad de un actor se manifiesta en su habilidad para encontrar el camino para realizar su vocación de actor.
La terquedad del actor tiene que ver con la firmeza de su vocación. Primero la definición, la certeza. Como podrás ver en mi historia de vida resumida que yo soy proacadémica, pero no proacadémica en que las cosas han de hacerse así porque estás son las reglas, todo lo contrario. Yo sencillamente estoy en pro de la profesionalización del trabajo artístico y de que los creadores sigan enterándose y sigan preparándose académicamente.
Cuando yo digo que soy maestra en mindfulness, casi lo quitan de mi historia de vida, porque les parece que no tiene relación, pero yo lo aplico todo el tiempo en mi vida, nomás que nadie me ha preguntado más que tú cómo lo hago y qué hago, pero al ser una revisión consciente de mi cuerpo, de mis sentidos, de qué estoy sintiendo, de mis sensaciones, de atemperar lo que traiga del mundo de afuera y resolverlo o colocarlo en un sitio para poder abordar la escena, en un ejercicio de mindfulness.
Lo hacemos los actores, pero no de manera consciente y a veces sí estamos muy estresados y se nos olvida que hay que aterrizar y primero poner los pies en la tierra con todo el significado que esta frase implica, poner los pies en la tierra. Cuando tú tengas dudas o estés inseguro o ansioso, les digo a mis alumnos, “Fíjense cómo están pisando el piso”, porque a veces tiene uno los pies así.
Lo regresa uno y pone los pies en la tierra y encuentras tu propia dimensión. Eso es un ejemplo de mindfulness, que yo vengo haciendo desde hace 30 años sin saber que era mindfulness.
La definición, ¿cómo definir o cómo darse cuenta cuál es mi vocación? ¿Dónde pasas más tiempo cuando eres joven? ¿dónde se te olvidan las horas? ¿Dónde estás perfectamente enfocado? ¿Dónde no te parece un esfuerzo sino un gran placer estar? Ahí se manifiesta la vocación.
Yo también doy algunas consultas y han venido papás a decirme, “Es que mi hija nada más se la pasa cantando y bailando. Dice que quiere ser actriz de comedia musical. Yo soy abogada y yo sé que el mundo de la abogacía sería muy bueno para ella. Quiero que la convenza de no hacerlo”. Yo le digo, “Señora, ¿yo la podría convencer a usted de no ser abogada? ¿Usted disfruta su profesión?”, “Sí”.
“No, es que mi hija se fue a vivir a otra ciudad con tal de no estudiar leyes. Se fue a los cafés del centro y les dijo, ‘Déjenme cantar aquí. Déjenme decir mis poemas cantados'”.
Yo le decía a la señora, “Si usted supiera qué difícil es que alguien se decida ir a tocar puertas y decir, ‘Déjeme hacer esto'”. Era una película que se llama Babette’s Feast, que es una película firmada en Dinamarca. Sí, es danesa.
Tiene una frase, no les voy a espolear la película, pero es una mujer que es una artista culinaria y les ofrece una gran cena a sus vecinos. Ella dice una frase maravillosa, lo voy a parafrasear porque no me acuerdo, no la estoy citando textualmente, pero es algo así como, “Los artistas o los creadores, solo necesitamos que nos dejen hacer lo que mejor sabemos hacer”. Eso se aplica a todas las profesiones.
Cuando tú te das cuenta dónde se te va el tiempo sin darte cuenta y quieres volver, hasta te cuesta trabajo desprenderte porque quieres seguir ahí, esa es una de las mejores claves para conocer cuál es tu vocación. Descubrir tu vocación, enfocarla y sin dudas, abordarla. Prepárate, porque la competencia sí es muy grande. Además, en nuestra profesión no solo es la competencia de conocimiento o preparación académica, también implica el tipo físico.
El tipo físico tiene que ver con la política, con los parámetros de los grupos hegemónicos, cualquiera que estos sean, pero solamente la absoluta seguridad personal de un fuero interno, reconocido y dominado te hace fuerte para poder participar desde donde uno va a participar en los territorios donde puedes ejercer tu vocación. Hay territorios donde uno ejerce la profesión, que tiene que ver con la vocación, pero no en todos puedes explayar todo el bagaje de conocimiento y de capacidad que tienes.
Mira, en la televisión, que a mí me gusta mucho hacer, con una carrera de televisión que yo agradezco, porque he tenido unas oportunidades maravillosas, también con personajes icónicos en las telenovelas. Sí había un parámetro de qué tipo de personajes hacia yo, o hago. Soy analfabeta, madre abandonada, tengo muchos hijos, me golpean. Luego vienen y me dicen, “¿Se identifica con su personaje?”, yo digo, “No, nada. Tengo una maestría, siempre he tenido relaciones muy longevas, respetuosas, mi familia me quiere” [rié]
Sí me identifico en algo, en la dignidad humana, en vivir las situaciones desde una perspectiva de respeto a mi personaje, a que es una mujer que no es tonta, que está atrapada en circunstancias de la que es difícil salir. Procuro, lo procuro, no digo que siempre lo logro, interpreto personajes que no son víctimas, sino que están encerradas en una circunstancia, ya sea que no tienen los elementos para poder contrarrestar o no tienen el apoyo social para poderlos combatir.
Mi visión de los personajes no es, “Ay, pobrecita”. No, yo quiero que se vea que está pensando, que está intentando comprender por qué le pasan esas cosas. No que nada más diga, “Es que me pegaron”, sino interpretarlo como, “¿Cómo es que me pegaron? ¿Cómo llegamos aquí?”, que es distinta la interpretación, es desde otro punto de vista.
Esos puntos de vista que yo ejemplifico muy burdamente aquí y que yo procuro ejecutar, si no se tiene una cierta preparación de un punto de vista de la realidad en la que habitamos o en la que no conocemos, es difícil darle la vuelta a la interpretación si uno no se hace preguntas y si uno no respeta cabalmente a sus personajes.
Otra de las cosas es que la preparación a mí me ayuda a poder describir la realidad con mucho detalle. Yo profesional y personalmente, muy conscientemente no utilizo palabras burdas, a menos que efectivamente quiera usarlas, pero si todo es padrísimo y todo es horrible, son como brochas gordas para describir la realidad.
En cambio, si yo procuro utilizar todo el bagaje de vocabulario, léxico y de comprensión de mi lenguaje de conocimiento de mi idioma para poder describir lo que estoy tratando de decir que es padrísimo o maravilloso, con otros términos, por supuesto, que adrede no los digo, que sería muy fácil decirlos.
Si yo en cambio digo, es que la manera en que la luz entra por la ventana y choca con el cristal de ese retrato, que refleja y no me había dado cuenta, la imagen que está en frente y qué está atrás de mí, me hace experimentar sensaciones primero de descubrimiento de una estética que no había planeado y eso me provoca entusiasmo. Así puedo decir que está padrísimo sin decir, “¿Cómo ves esto que está pasando con el reflejo?”, “Está padrísimo”, y ya, es una brocha gorda.
En la descripción detallada aparece la sutileza, la textura y la diferenciación, porque también puedo voltear para acá y decir, “Oye, ¿esa lampara qué te parece?”, “Está padrísima”. ¿En qué se diferencia de esto que sucedió con la luz del atardecer frente a un diseño de ingeniería avanzada, innovadora o peculiar? En nada. Eso refleja una manera de percibir la realidad y si yo describo así la realidad, así voy a interpretar a mis personajes y yo procuro darle una cualidad distinta a cada uno. Lo procuro.
Nicky: Eso es bellísimo, Zaide. Muy bonito poder tener toda esa sutiliza, todos esos detalles, llenar a tus personajes de toda esa vida como dices. No puedes agarrar una brocha y acabar usando las mismas palabras para todos los personajes nada más en términos tan blanco y negro. Hay muchas capas.
Se nos acaba ahora el tiempo, pero yo quiero agradecerte sinceramente que me hayas dado este tiempo para estar aquí en el espacio de la pizarra y compartiéndonos tus conocimientos, tu rica experiencia, tu maravillosa trayectoria. Gracias por los consejos y cuando quieras esta es tu casa. Muchísimas gracias por estar aquí.
Zaide: Soy yo la que debo agradecer el espacio donde me has dejado explayarme de la manera en la que soy. No en todos los espacios uno puede expresarse libremente. Yo creo que este espacio corresponde a la persona que me invitó.
Nicky: Muchas gracias.
Zaide: Me has compartido tu territorio, me has dejado habitarlo. No solo eso, sino que lo vas a compartir con muchas personas y de verdad te agradezco esta posibilidad de dialogar con escucha y atención. Gracias Nicky.
[música]
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